Nerea

Nerea

domingo, 29 de septiembre de 2013

A una amiga de verdad.

Creo que ya va siendo hora de decirte lo que tal vez debería haberte dicho hace mucho tiempo. De igual manera quiero que sepas, que en realidad te lo llevo diciendo toda la vida. Sinceramente ni yo me creo que haya tenido tanta suerte de encontrarte. Sabes, todo este tiempo has estado ahí, en las buenas y en las malas, disfrutando mis mejores días y aguantando mis peores, y eso son pocas las personas que lo hacen sin esperar nada a cambio. Cada día que he pasado a tu lado te he hecho alguna de esas bromas que sé que en el fondo tanto te gustaban, te he mirado y automáticamente hemos reído, te he visto en tus mejores momentos y en los peores, y todas aquellas veces que te he llamado pesada cuando venías a darme un abrazo eran mi manera agradecerte todo aquello que hacías. Estoy segura que no te haces ni una pequeña idea de lo mucho que te echo de menos Alipoli, llegar a clase y esperar siempre a la tardona, estar en mitad de clase y escuchar tu risa escandalosa e inconfundible por alguna tontería, esas cosas que sólo se te ocurrían decir a ti, que te pasases todo el día hablando de One Direction. Echo de menos hasta los detalles más pequeños, como cada una de tus manías y ese pequeño gesto que haces con la cara para colocarte las gafas. Te preguntarás por qué te digo todo esto hoy, mientras yo me pregunto por qué no te he dicho todo esto antes. Sólo quiero que sepas que eres una amiga de verdad, una de mis mejores amigas sin duda, que te agradezco el estar siempre ahí. Que espero de corazón que todo te vaya genial en el nuevo instituto porque realmente te lo mereces más que nadie. A mí me vas a seguir teniendo aquí siempre, no lo dudes nunca. Porque sí eso que dicen de que los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano es cierto, sin duda alguna tú ocupas uno de la mía.



Te quiero Alipoli, a ti y a todas esas pequeñas cosas.